En esta nueva entrada comentaremos como el hábitat es un factor clave para la conservación del urogallo.
El descenso de poblaciones de urogallo cantábrico es notoria y debida tanto a factores globales, como regionales y locales.
La pérdida de la calidad de hábitat es uno de los factores que más ha desestabilizado estas poblaciones de urogallo. La cubierta vegetal de las zonas habitadas por la subespecie ha evolucionado hacia estructuras densas y más regulares y se han perdido especies clave en su alimentación, como el arándano. Esto ha causado que los urogallos se desplacen para poder cubrir sus necesidades y se fragmenten y aislen las poblaciones de estos.
Esta pérdida de calidad de hábitat para el urogallo está también relacionada con el abandono del medio rural, con el consecuente avance de matorral y la densificación y regularización de masas que comentábamos anteriormente.
Además, la fragmentación forestal favorece la eficacia de los depredadores y hace que aumente esta tasa de depredación sobre el urogallo.
Este es un vídeo muy interesante que aconsejo ver, en el cual Desmond Dugan, un reconocido experto de las poblaciones de urogallo, visita la cordillera cantábrica y da su opinión acerca del hábitat en el que se encuentran nuestros urogallos. Afirma que son necesarias mejoras en este hábitat, como la reducción de la presión del pastoreo o la creación de claros dentro del bosque para que penetre la luz y favorezca el crecimiento de las arandaneras, factor clave según el experto.
Afirma que la planta más importante en la alimentación del urogallo es el arándano por múltiples razones como son que las hembras nidifiquen y consigan buena condición física para la puesta de sus huevos, por la producción de orugas que sirven de alimento a sus pollos y por los frutos que producen en otoño.
Y hasta aquí la publicación de hoy, un saludo!
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